Una economía como la nuestra que depende un 94% de la exportación de petróleo, indudablemente se ve afectada cuando los precios de su “único” producto de exportación baja.
El precio promedio durante este último año 2014 había sido de 92$ y actualmente estamos rozando lo 50$… Es decir que bajó alrededor de un 46% el volumen de dinero que entra por este concepto al país. 42 dólares para una producción de 3.000.000 de barriles diarios representa el equivalente a 126.000.000 de dólares diarios, repito en letras para los que no le gustan los números, Ciento veintiséis millones de dólares por cada día que pasa estamos dejando de percibir por la disminución hasta ahora de los previos del petróleo y ojalá no sigan bajando.
No nos podemos dejar engañar cuando voceros del gobierno nos dicen que los precios pueden bajar a cero y no nos vamos a ver afectados. Como padre de familia tenemos muy claro que cuando no tenemos ingresos o éstos disminuyen, el modo de vida de la familia debe cambiar. Debemos hacer ajustes.
Estas mismas consideraciones, pero desde el nivel macro debe hacerlo el gobierno nacional. En primer lugar debe ser más eficiente en el gasto público, es decir que como buen padre de familia debe gastar menos, en lo necesario. En segundo lugar debe ser más eficiente en la productividad de la industria petrolera, es decir que el gasto de la industria petrolera que es su única y principal fuente de ingresos, deben estar orientados a producir más, para poder obtener más ingresos. En tercer lugar, se debe apoyar la producción no petrolera, para cubrir la demanda nacional de bienes y servicios, pero también para aprovechar el desbalance monetario respecto a los país es vecinos e incrementar las exportaciones de productos distintos al petróleo y por añadidura se incrementar el flujo de divisas al país.
No podemos quedarnos tranquilos pensando que no esta pasando nada y que no va a pasar nada. Si esta pasando y si va a pasar, así que se deben hacer los ajustes necesarios para evitar el hundimiento de la economía del país.