Es de conocimiento público que Venezuela prácticamente regaló -y continúa haciéndolo- miles de barriles/día de su preciado petróleo. O los liquida con precios no-comerciales o los cambia (trueque) con Cuba por servicios que no son de valor.
Como latinoamericano me apena ver tanto mal-manejo de recursos naturales, petróleo en Venezuela o gas natural en Bolivia. Deberían ser inteligentemente utilizados para construir y educar a nuevas generaciones.
No es una falacia decir que con tanto petróleo y gas natural, Venezuela y Bolivia deberían ser ya tan modernas en infraestructura, servicios, tecnología y atención social a sus ciudadanos como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita o Noruega. Sin embargo, ¡seguimos en pobreza!
Coincidamos en que la información sobre manejo de los ingresos por venta de petróleo de los últimos 15 años en Venezuela no es de la más confiable, por la cantidad de datos y cifras que no siempre están validados, más aún si los actuales administradores del Estado venezolano están ampliamente cuestionados por la opinión pública internacional.
Muchos datos poca información.
Lo real es que Venezuela estuvo dando petróleo “preferencial” a varias naciones del Caribe y financiando una serie de “actividades” y “proyectos” en toda América Latina, aprovechando que el precio del crudo era alto. Varios de los “experimentos” políticos venezolanos se los puede ver hoy en el continente.
Ahora que el precio/barril está muy bajo, no tienen los recursos financieros para seguir derrochando a manos llenas. ¡Faltan medicinas y alimentos en la Venezuela petrolera!
Un caso que siempre fue preocupante para los que analizamos la temática energética latinoamericana es la ausencia de políticas públicas en manejo de energía e hidrocarburos en Venezuela y Bolivia: mucho petróleo y mucho gas se ha -infortunadamente- dilapidado.
Venezuela siempre dio petróleo a Cuba, se lo regaló con precios no-comerciales. Recordemos que Venezuela está entre los cinco más grandes productores/exportadores de crudo en el mundo. Vende aproximadamente 2.5 millones barril/día de petróleo a Estados Unidos y China. Venezuela vive de los negocios energéticos (90% de las divisas que recibe son del oro negro).
Suscribió acuerdos con China para recibir préstamos garantizados y pagados, duplicando las exportaciones de crudo para 2016 hasta llegar a 1 millón de barriles/día exportados de Venezuela a China. Hoy exporta 524.000 barriles/día, que en 2013 representó un ingreso de 19 mil millones de dólares, ¿qué hicieron con tanto dinero?
Ojo, que desde 2008 debe a China más de 40 mil millones de dólares.
La información que circula ahora es que Venezuela ha “recortado” en 50% los despachos diarios a Cuba (hoy envía aproximadamente 200.000 barriles/día).
No perdamos de vista, además, que buena parte de los 400.000 barriles/día que enviaba a Cuba éste país los re-vendía al mercado internacional con precio de mercado. Vale decir hacían buenos negocios con el petróleo venezolano.
Resulta una tremenda tontería que siendo que Venezuela no tiene dinero en efectivo continúe la vieja práctica de regalarle el petróleo a Cuba. ¿Y las colas en los supermercados desabastecidos?
Hay un informe que circula en Internet titulado “reduciendo la generosidad”, que indica -con las cifras que tiene a mano- que en estos diez años “Venezuela regaló cerca USD 50.000 millones en acuerdos no comerciales”.
La bajada del precio del barril debió ser el punto en el cual Venezuela deje de enviar petróleo a Cuba.
La Habana no paga dinero ni por una gota de petróleo, los “pagos” los realiza en “intercambios”. Mal negocio para Venezuela (enviando médicos y otros para “programas sociales”).
Tiene déficit en su flujo de caja (poco cash flow) ¡y continúan regalando petróleo! (un déficit estimado para 2015 en aproximadamente 25.000 millones USD).
En vez de regalar tanto petróleo, si Venezuela hubiese vendido ese crudo bajo condiciones de mercado y con precios comerciales, dejando de lado la retórica y la politiquería, hoy tendría dinero ahorrado y quizá no estuviera con tanta apretura financiera.
Me gustaría mucho ser parte de los que ayuden a construir políticas públicas, en democracia, para el manejo de la energía (petróleo, gas natural, electricidad, energías renovables, etc.) para reconstruir el sistema normativo, legislativo y político en energía de Bolivia, Cuba y Venezuela.
Pero la buena noticia es que la Faja del Orinoco es inmensa, con reservas aún no exploradas/explotadas; confiamos en que las generaciones de la libertad podrán estipular políticas públicas de crecimiento, utilizando el petróleo venezolano y el gas natural boliviano. ¡Cuando la noche se haga día!
El autor es consultor, síguelo en Twitter: @bguzqueda