Vaca Muerta, el inmenso yacimiento no convencional de Argentina, es “una buena formación”, pero los controles del Gobierno sobre la economía deben ser levantados y los costos deben bajar para que las inversiones puedan fluir, dijo un ejecutivo de una subsidiaria de la petrolera francesa Total.
Las políticas intervencionistas de la presidenta Cristina Fernández han reducido al mínimo -incluso en el caso de las firmas que más persiguen el riesgo- las inversiones en lo que se considera una de las mayores reservas de esquisto del hemisferio occidental.
“Vaca Muerta es una buena formación. A veces es mejor que formaciones muy buenas en los Estados Unidos”, dijo Sergio Giorgi, director de recursos no convencionales de Total Austral.
El desplome de los precios del petróleo también ha obligado a los exploradores y productores a ajustar sus gastos a nivel global, pero Giorgi se rehusó a detallar los planes de inversión de la compañía para el 2015.
Total Austral estará operando 35 pozos en 11 bloques en Vaca Muerta para el final del 2015, señaló, pero no especificó cuántos de ellos serán perforados este año.
El grosor de la formación de esquisto de Vaca Muerta llega hasta los 600 metros en algunas partes, dijo Giorgi.
“Si pusieras a Vaca Muerta en Estados Unidos, deberías estar produciendo más de 1 millón de barriles (por día)”, agregó el ejecutivo en una entrevista en el marco de una conferencia de energía en el balneario de Punta del Este, en Uruguay.
La producción de Vaca Muerta se ubica en un nivel de entre 44.000 y 45.000 barriles equivalentes de crudo por día, dijo el jueves el presidente de la petrolera estatal argentina YPF, Miguel Galuccio, en su exposición en la conferencia.
Giorgi dijo que Total está perforando pozos horizontales. YPF estimó el año pasado que el costo de perforar un pozo horizontal ronda entre 14 millones y 15 millones de dólares.
“Los costos aún son altos. Estamos trabajando en eso”, dijo Giorgi.
YPF ha dicho que para revertir el déficit energético del país sudamericano se necesitan inversiones por 200.000 millones de dólares durante los próximos 10 años para explorar Vaca Muerta, una formación que cubre una superficie del tamaño de Bélgica.
Para el ejecutivo, Vaca Muerta no logrará despegar hasta que Argentina no remueva sus estrictos controles sobre la economía. La nueva ley de hidrocarburos aprobada el año pasado no fue lo suficientemente lejos, dijo.
“Necesitás un clima positivo donde un inversor sepa que puede traer y sacar dinero, y enviar afuera algunos dividendos, donde puedas importar y exportar y tener capacidad de financiamiento con precios que no te maten”, afirmó Giorgi.
Fernández terminará su mandato en diciembre. Los principales aspirantes a las elecciones presidenciales de octubre prometen reformas más amigables hacia los mercados, pero difieren sobre cuán profundos y rápidos podrán llegar esos cambios.
“Espero que el año que viene sea más feliz que este”, dijo Giorgi.
Reuters
