La industria del petróleo y el gas no es un agujero negro. No hay ningún misterio.
Hay muchas reuniones con ingenieros, químicos y geólogos, y una curva de aprendizaje en constante evolución. Luego existen normativas y reglas a seguir. Pero a final de cuentas es bastante sencillo, hasta que los medios de comunicación entran al proceso. Ahí es cuando se vuelve complicado.
Es como si estuviéramos recibiendo reportes de los misterios en las profundidades del océano o de vida en galaxias lejanas. Hay tanta hipérbole y conjeturas sin sustento que los inversionistas están atados de manos. Así que, en un pequeño esfuerzo por dejar las cosas claras, veamos si podemos disipar parte de la desinformación.
Mito #1: Goldman Sachs sabe lo que está pasando. Incorrecto. Goldman Sachs no debe ser citado ampliamente. Se equivocan notoriamente cuando pronostican picos y fondos. Para lo que son buenos es para seguir las tendencias y exagerarlas.
Su previsión siempre parece estar hecha a través de un espejo retrovisor y sus avisos de máximos y mínimos son siempre inflados. En julio de 2014, cuando el petróleo crudo WTI estaba llegando a máximos, sus analistas apuntaban a números más altos, incluso cuando el dólar estaba mostrando signos de fortaleza (sabemos lo que pasó allí) y cuando los inventarios de petróleo estaban comenzando a subir hasta nuestros tobillos.
Luego, cuando los precios del crudo tocaron fondo en en enero y luego el fondo se reevaluó en marzo, los de Goldman pronosticaban un fondo aún más profundo.
¿Recuerdas las previsiones petroleras de 150 y 200 dólares de Goldman y Morgan Stanley en 2008? Eso fue justo antes de caer a alrededor de 40 dólares. (Para ser justos, Ed Morse de Citi atinó al máximo pero se excedió en el mínimo).
Mito # 2: Las plataformas no productivas son las primeras en irse. Esta declaración es un poco desconcertante porque todas las plataformas de perforación son productivas, sólo que algunas son más eficientes. Las plataformas Flex 4 y Flex 5 de Helmerich & Payne son de última generación. Pero estas plataformas están acumulando reservas tan rápido como las plataformas menos eficientes que requieren de más horas de trabajo pero no son tan costosas de contratar.
Hagamos un recorrido por los terrenos de Odessa de H & P. Está llena de plataformas Flex 4s. Las plataformas son enormes, por lo cual es costoso moverlas. No es posible traer una docena o más de camiones con remolque y un par de grúas para mover una plataforma de vuelta a Texas u Oklahoma, y contratar a una misma flota del mismo tamaño para traer la plataforma de última generación.
La verdad es que aquellas que operan en zonas particulares -que no han sido descontinuadas- continuarán operando en esas áreas. Las empresas pondrán presión de precios sobre su perforador por no haber dado ningún suministro en primer lugar.
Mito # 3: El suministro se mantiene gracias a las innovaciones en fracking. Sí, el fracking o fracturamiento hidráulico ha mejorado mucho en las formaciones de esquisto, pero los avances reales ya están integrados. Lo que ha estado ocurriendo en los últimos 24 meses o más es que más arena está siendo trabajada en cada intervalo y los intervalos están más densamente ocupados.
Además de algún nuevo proceso químico y un par de actualizaciones de software, eso es básicamente todo. Realmente no hay ningún hilo negro entre las finalizaciones de pozos en julio de 2014, cuando el petróleo estaba a 100 dólares y ahora -9 meses después- cuando el petróleo ha caído a la mitad.
Mito # 4: El fracking no se ha vuelto exponencialmente más eficiente, resultando en una reducción de costos descomunal. Sí y no, pero más “no” que “sí”. El elefante blanco es la competencia. El fracking se ha vuelto competitivo, muy competitivo. Hace cinco años, el tamaño de las flotas era más pequeño y no había tantos jugadores. Pero entonces llegó el auge y las empresas de servicios hicieron lo que mejor saben hacer.Sobredimensionaron. También fueron alentadas por el dinero barato y abundante, debido a que todo el mundo, especialmente los banqueros y el capital privado, querían entrar a este sector.
Para tener una idea de qué tan competitivo se ha vuelto el panorama del esquisto, una plataforma en un Marcellus 2012 habría tenido capacidad para casi el doble de la misma plataforma hoy en día. Ha habido varias mejoras tanto en diseño como en implementación, pero el peso sobre los precios más baratos del fracking ha sido la competencia.
Mito # 5: El número de plataformas de Baker Hughes se ha vuelto irrelevante. Incorrecto. Siempre es relevante. Ese fue el número que nos permitió mantener un fondo de 43 dólares en marzo. Pero debido a que la oferta no estaba inmediatamente relacionada con el recuento de la caída, los analistas perdieron la paciencia. Ahora los medios están teorizando que las plataformas son tan “productivas”, que el recuento ya no tiene el peso que tuvo alguna vez.
Esa es una posición difícil. Teníamos 1,600 plataformas de extracción de petróleo en octubre y ahora 800. Hay algo de verdad en que las firmas de exploración y producción están favoreciendo los puntos óptimos pero eso no alcanzará para compensar la caída del 50% en el conteo. La extracción del esquisto es más semejante a un proceso industrial más que al wildcatting (exploración).
No hay muchos agujeros secos con esquisto. Los avances microsísmicos han puesto fin a ello, al igual que las salas de datos llenas de viejos registros de pozos que representan el potencial de esquisto. Por lo tanto, la mayoría de los pozos perforados hoy tienen muchas más posibilidades de ser económicos que los pozos para exploración y de técnica step-out del pasado.
No existe un modelo legítimo para las 800 plataformas que han elevado la producción estadounidense más allá de los 8.9 millones de barriles por día en los Estados Unidos contiguos. Y debido a su esquisto, y a que el esquisto es “apretado”, la perforación debe continuar a un ritmo vertiginoso para hacer crecer la producción.
Los analistas que buscan un número más “certero” deben comenzar a seguir la actividad de los distribuidores de combustible que operan sin parar depósitos y trabajos de fracking. Observen sus ventas para obtener una indicación más inmediata de la producción futura.
Mito # 6: Nos estamos quedando sin espacio para almacenar crudo. No es verdad. Estaremos bien. Los volúmenes han aumentado, especialmente en el tan mencionado Cushing (Oklahoma), pero Cushing representa sólo el 10% del almacenamiento de Estados Unidos. Otras áreas de almacenamiento han aumentado, pero no tanto como Cushing. La razón es que a los comerciantes físicos les gusta almacenar su inventario cerca del mercado y Cushing les da que esa proximidad.
Además, esta zona no es un callejón sin salida. Hay grandes oleoductos que conectan con la Costa del Golfo, donde el almacenamiento es más abundante y no es tan agotado. Además, grandes aumentos de inventario se producirán próximamente con la llegada del buen clima.
Mito # 7: Los pozos de esquisto tienen una vida productiva de solo algunos años. La verdad de este punto se está descifrando poco a poco y los observadores finalmente lo están comprendiendo. El esquisto carece de permeabilidad. Lo que significa que es muy “apretado”. Se requiere de una labor de fracking para liberar el petróleo y el gas atrapado en su espacio poroso. El fracking crea y sostiene la permeabilidad y la permeabilidad es el camino hacia el pozo.
Al igual que cualquier formación estrecha, el petróleo y la producción disminuye rápidamente, lo cual significa que la mayoría de la producción se producirá justo después de la estimulación. Esto se traduce en unos excelentes resultados anticipados, pero la producción disminuye rápidamente, tal vez incluso cayendo 75% en el primer año y estabilizándose en un nivel menor para los próximos 10 o 20 años. Esto se llama disminución y la disminución es rentable, pero sólo si el fracturamiento paga por la mayoría del pozo.
Mito # 8: Puedes activar y detener el esquisto. Eso es incorrecto. El esquisto toma tiempo, como cualquier otra actividad industrial. Disminuir la velocidad de su progreso es como detener un superpetrolero. Puedes hacerlo, pero necesitas mucho espacio. La mayoría de los perforadores requieren contratos y romperlos puede ser doloroso. La arena puede acumularse en las vías de ferrocarril y puede resultar en retrasos. Los despidos pueden tomar tiempo. Las sanciones regulatorias pueden obligar a un operador a realizar la actividad independientemente de si quiere o no hacerla.
Todo esto toma tiempo para desarrollarse. Y luego están siempre (las empresas con) balances generales más sólidos que perforarán sin importar el precio, o que perforarán y crearán un ‘fracklog’ que es un término de reciente acuñación para hablar de una acumulación de pozos pendientes de fracking. No hay un interruptor que puedas activar.
Mito # 9: El petróleo está en relación inversa con el dólar. Lo está. Este fue un falso subtítulo. No es una percepción errónea. Compara el DXY con el Brent y el WTI en los últimos 12 meses. Es una divergencia perfecta. ¿Quieres apostar en petróleo?, entonces apuesta por el euro.
Mito # 10: La OPEP está acabada. Tal vez, pero el Consejo de Cooperación del Golfo no lo está. En conjunto, los cuatro miembros del CCG bombean más de la mitad de toda la producción de la OPEP. También tienen costos de extracción muy bajos y enormes reservas de efectivo.
Además, tienen resistencia y mantendrán la posición de la OPEP de no recortes. Hay una larga historia de Rusia o Venezuela llenando cuotas reducidas. Esta vez el CCG no va a dejar que eso suceda. Si Rusia lo acepta, podría haber un recorte en junio. Pero luce improbable incluso si lo hace. Puedes esperar que Arabia Saudita recupere la participación de mercado.
Mito # 11: Los productores estadounidenses de esquisto son los nuevos productores swing (productores responsables de ajustar el mercado). No, sus bancos lo son.
Mito # 12: Un acuerdo con Irán bajará los precios. Algo así. Le tomará a Irán uno o dos años añadir algo significativo a nuestro mercado global de 93 millones de barriles al día, pero el temor de un Irán nuclear creará la tensión suficiente como para compensar la adición al suministro.
Las preocupaciones sobre un Irán nuclear, ya sean reales o percibidas, crearán suficiente miedo en los mercados como para contrarrestar en exceso el millón adicional de barriles al día en oferta que puede surgir.
En resumen, los precios del petróleo aumentarán a medida que las cifras de producción de la AIE (Agencia Internacional de Energía) comiencen a publicar descensos, como vimos la semana pasada. La demanda aumentará. Los inventarios comenzarán a ser consumidos a mediados de año. Europa contribuirá, al igual que Asia y Medio Oriente. Un mercado chino en contracción seguirá creciendo al 7% anual, y ese mercado es mucho más grande ahora que cuando estaba registrando 10% de crecimiento anual, hace cinco años.
Rich Kinder tenía razón en pronosticar un fondo en los 40 dólares y John Hofmeiser (ex presidente de Shell Oil) y T. Boone Pickens, magnate estadounidense del sector financiero, probablemente están muy cerca de estar correctos con su pronóstico de 80 dólares como máximo del próximo año o un plazo similar. Un sólido rango de entre 65 y 70 dólares para fin de año es el número más razonable y es apenas lo suficiente como para mantener el desarrollo de algunos proyectos en alta mar, trabajos de arenas petrolíferas y una buena cantidad de yacimientos de esquisto no esenciales.
Un dólar más fuerte también funcionará, al igual que un Arabia Saudita empeñado en la participación de mercado. Habrá cada vez menos a lo cual aferrarse para los vendedores en corto y muy pocos querrán estar atrapados en el mismo lado del negocio que los grandes bancos de inversión.
Fuente: CNN