El presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, dice que habrá más austeridad para la empresa.
En esta crisis, qué es más aterrador: ¿ser Ministro de Hacienda o presidente de Ecopetrol con el petróleo a estos precios?
De ministro, afortunadamente me tocó el manejo de una situación favorable. En cambio, de presidente de Ecopetrol me toca el manejo de una destorcida de precios. Esto es más desafiante.
¿Cuál ha sido su experiencia gerencial? Nadie duda de sus credenciales económicas. Pero los economistas son filósofos, no son hombres de esta tierra…
Gerenciar es manejar gente, ponerla a hacer cosas, y eso requiere liderazgo. Gerenciar también es resolver problemas. Yo nunca los difiero, soy un solucionador de problemas. Y en esas dos cosas tengo una trayectoria larga. A los 11.011 empleados que tiene Ecopetrol espero hablarles de tres cosas: integridad, colaboración y creatividad (me pasa una tarjeta de presentación con los tres conceptos impresos).
Aquí leo: “integridad: lo que digo es lo que hago”. Entonces, dígame: ¿mantendrá la planta de personal como está, o tendrá que reducirla?
A la empresa no es que le sobre personal. Sí ha habido una reducción en sus contratistas. Pero en el personal de nómina ni ha habido ni habrá despidos masivos.
En su tarjeta dice que su segundo principio es “colaboración: mi equipo importa más que mis jugadas”. Me hago la ilusión de que pueda mantener su equipo intacto, ¿pero una empresa que vende su materia prima a mitad de precio puede seguir insistiendo en que el equipo importa más que sus jugadas?
El precio empezó a caer entre septiembre y octubre del año pasado, y desde entonces Ecopetrol, bajo la presidencia de Javier Gutiérrez, empezó su ajuste. Se decidió hacer un recorte de inversión de 4,8 billones de pesos para este año. Entonces, el ajuste que se requiere es una reconsideración de prioridades de inversión, sin un sacrificio masivo de trabajadores.
¿Cuáles son esas nuevas prioridades de inversión?
El énfasis lo pondremos en que Ecopetrol vuelva a ser una empresa que encuentra petróleo. Creemos que el futuro está costa afuera y en la exploración internacional, como en el Golfo de México. Sin perder nuestra fortaleza nacional, hay inmensas posibilidades en asociación con mucha otra gente, nunca solos. Ahora, entre los campos que están en explotación, hay unos maduros y otros no lo suficientemente explotados. En eso los venezolanos y los propios ingenieros colombianos nos han enseñado que todavía hay mucho más petróleo por extraer.
¿No es momento de concentrar los esfuerzos de exploración dentro del país?
Dentro de Colombia puede ser costa afuera, en el Caribe colombiano, por ejemplo. Inversionistas extranjeros con los que he hablado dicen que los sitios costa afuera más interesantes para explorar hoy en el mundo son Nueva Escocia, Namibia y Colombia. Pero le hago énfasis en la producción. Le doy dos ejemplos: el campo La Cira-Infantas, en Santander, producía alrededor de 4.000 barriles al día hace unos 8 años, y hoy produce 40.000. El año pasado el campo Chichimene, en el Meta, producía 40.000 y pasó a 80.000 barriles día.
Me queda la duda sobre el énfasis que le dará a la exploración. El tercer lema de su tarjeta es “creatividad: las ideas valen cuando las transmito”. Transmítame su idea…
Ecopetrol tiene activos maduros acá; también tiene exploración promisoria costa afuera en Colombia y en el Golfo de México. Lo mejor para diversificar el riesgo es tener un manejo de portafolio que nos dé flexibilidad, que no solo dependa de una zona geográfica. ¿Le respondí?
Más o menos (risas)… Hablemos de los otros negocios de Ecopetrol, como refinerías y petroquímicas. ¿Van a conservarlos?
Los negocios núcleo de Ecopetrol son tres: explorar, producir y refinar.
¿En ese orden?
En ese orden, le agradezco la precisión. Primero explorar, porque esta empresa tiene que volver a encontrar petróleo en cantidades suficientes. Segundo, producir. Ahí tenemos una capacidad operativa de clase mundial. Tercero, refinar. Se acaba de duplicar la capacidad de Cartagena y usted sabe que yo como ministro fui el más crítico del aumento de los costos de ese proyecto.
¡Si hasta se hizo famoso el episodio en el que palmoteó encima de la mesa de la junta!
Fue cierto que palmoteé sobre la mesa. Probablemente la forma habría podido ser más diligente, pero el fondo era el correcto. Los sobrecostos había que controlarlos. Pero ahora nos tenemos que enfocar en prender la refinería y ponerla a producir dólares. Vamos a pasar de sacarle 5 a 20 dólares por barril refinado. Puede ser un negocio que nos deje caja, lo que más necesitamos ahora, para manejar con flexibilidad esta coyuntura.
¿Ecopetrol no ha pensado en salir de activos no fundamentales de su actividad para capotear la crisis?
Hay un programa estratégico que la junta ha desarrollado con el Grupo Consultor de Boston desde hace seis meses, y que lo vamos a anunciar en unas dos semanas. Uno de cuyos puntos fundamentales es vender activos no estratégicos, y con ello generar caja y mejorar el foco.
¿Inversiones como cuáles?
Inversiones como ISA, como la Empresa de Energía de Bogotá, como Invercolsa, inversiones en petroquímicas, en fin; la junta lo definirá, pero hay unos sospechosos obvios. Entonces, ciertamente, nos vamos a dedicar este año y parte del próximo a ir realizando esos activos.
¿El sindicato de la USO le va a dejar vender activos?
El sindicato debe ver con buenos ojos el hecho de que nos concentremos en lo que Ecopetrol sabe hacer. Lo más importante para la estabilidad laboral es una empresa rentable y sostenible. Ese será nuestro foco. De manera que tendremos los objetivos alineados con todos los trabajadores. Espero que ellos lo entiendan como lo entendemos nosotros.
Hablemos de los precios del petróleo. Usted cuando era ministro dijo: “No sé quién es más estúpido: si el que predice la tasa de cambio o el que le cree”. Ahora le pregunto: ¿quién es más estúpido: el que predice el precio del petróleo o el que le cree?
He estado en este negocio de la economía por más de 30 años, y si algo he aprendido es que los precios son un yoyo y uno solo puede estar en los negocios si lo resiste. Entonces, Ecopetrol y los colombianos vamos a tener que aguantar el yoyo del precio del petróleo aún por algún tiempo. Ojalá fuera solo por un mes o por tres, pero probablemente será por más de un año y para eso tendremos que tener una empresa sólida y con caja, porque es la única manera de aguantar.
El acuerdo nuclear con Irán va bien. ¿La sola perspectiva de que se levanten las sanciones e Irán ponga mucho más petróleo en el mercado no indica que los precios seguirán bajando?
Pues lo más curioso que hay en este mercado es que un desbalance relativamente pequeño, de 1 o 2 billones de barriles al día, ha generado una caída del 50 por ciento en el precio. En ningún negocio pasa eso. Y aquí hay, no una, sino varias peleas geopolíticas, lo que hace que aunque Ecopetrol es un barco muy bueno, esté navegando por un mar muy picado. Sería pretencioso decir que uno entiende todos los intríngulis del precio actual. Pero le decía que soy un manejador de crisis y en ellas siempre estoy aprendiendo y transformando. Eso tendrá que hacer Ecopetrol: aprender de lo que está pasando y transformarse para volverse un navegador en el mar que nos pongan. Todavía no estamos ahí.
¿Y la austeridad?
Justamente, hay que hacer mucha más austeridad. En épocas de bonanza, a una empresa petrolera le cobran más por todo. La bajada de precios de servicios e insumos a estas compañías proveedoras en todo el mundo ha sido entre el 30 y el 40 por ciento. En Colombia nos hacen el gran favor de bajarnos 1 por ciento. Le dije a la gente de abastecimiento y adquisiciones: perdón, pero tienen que cumplir la directriz de recortar 30 por ciento a rajatabla. Tendremos que renegociar contrato por contrato, porque así como gozaron de las vacas gordas, nos tienen que acompañar también en las vacas flacas. Tenemos 11.000 contratos, con 4.000 contratistas, por billones de pesos al año. Muchos de ellos malcriados por la época de precios altos.
¿Manejado ahora por la USO un campo como el de Rubiales, se podrán mantener los costos y la eficiencia?
El retorno a Ecopetrol del campo Rubiales se dará en junio del 2016 y hay muchas preguntas por resolver. ¿Quién va a ser el operador? ¿Qué tipo de transición se va a dar?, entre otras.
¿Seguirá operándolo Pacific, o lo hará Ecopetrol?
La junta directiva, no yo, será la que tome esa decisión. Podría seguir operándolo Pacific, que obviamente tiene ventajas como la energía, que es de ellos ahí. Pero también puede ser Ecopetrol. Les pregunté a los ingenieros en Castilla y Chichimene: ¿estamos en capacidad de operar Rubiales? Todos respondieron que sí. Esa es la tranquilidad que le tengo que dar a la junta, que tendrá que comparar costos, beneficios, etc, para ver cuál es el operador que más valor le saca al campo y, con base en eso, decidir si será la misma Pacific, nosotros o una tercera compañía.
No lo he escuchado hablar de capotear la crisis con petróleo no convencional. ¿Cree que es hora de desatanizar el ‘fracking’?
El petróleo en Colombia paga las pensiones, la salud, la educación, los militares, la seguridad, las carreteras, los puentes, los puertos, hasta los semáforos. Si uno toma la decisión de no usar una tecnología, está decidiendo que va a dejar petróleo en el subsuelo. ¿Nos podemos dar ese lujo? Mi respuesta, habiendo sido ministro de Hacienda, es no. No nos podemos dar ese lujo. O nos tocará aceptar menos bienestar, o subir más los impuestos, aunque no a mí, porque ahora no soy ministro.
¿O sea que no descarta aplicar la controvertida tecnología del ‘fracking’?
Una tecnología puede ser mal o bien usada. Si hace 100 años alguien hubiera dicho: no saque petróleo porque eso va a generar derrames, polución, hoy habría mucha pobreza para los más de 7 billones de seres humanos que somos.
¿Cómo se puede ser no fundamentalista frente al ‘fracking’?
Fracking se ha venido haciendo desde hace 50 años. Lo que pasa es que ahora se descubrieron formas mucho más eficaces. El enfoque es producir barriles limpios y rentables, de manera que haya valor para el accionista, y energía para el país, para todos. Por eso el lujo de no hacer fracking no nos lo podemos dar. Pero hay que ponerle condiciones. Tiene que ser limpio y proteger el agua del subsuelo; limpio con el medioambiente, limpio con la ética y con la integridad, limpio con las comunidades. Siempre que hagamos eso, barriles limpios y rentables, Ecopetrol deberá poder usar las tecnologías disponibles para dar valor y mejores combustibles a los colombianos.
MARÍA ISABEL RUEDA
Especial para EL TIEMPO