De la misma manera que un productor de vino envejece su producto en una barrica para que este mejore sus cualidades y se revalorice, los productores de petróleo estadounidenses que utilizan la técnica del fracking están reservando sus pozos hasta que el precio del crudo rebote y mejore su rentabilidad a la hora de vender el ‘oro negro’.
Las petroleras estadounidenses están llevando a cabo un nuevo tipo de contango: perforan la roca, pero no extraen el crudo, esperando hasta que este se revalorice. Las firmas de inversión Wood Mackenzie y RBC Capital Markets estiman que hay más de 3.000 pozos, desde Dakota hasta Texas, preparados pero sin extraer la materia: es el llamado fracklog.
Los expertos consideran que esto ralentizará la recuperación de los precios del crudo, ya que el mercado cuenta con una sólida cantidad para ofertar en el momento que considere oportuno, teniendo en cuenta la rapidez con la que podrán incluir este petróleo en el mercado. En concreto, según Bloomberg Intelligence, estos 3.000 pozos podrían generar más de 3 millones de barriles al día, cerca de un tercio de la producción actual en el gigante norteamericano, que en 2014 logró erigirse como el principal productor de petróleo del planeta, por primera vez en su historia.
Harold Hamm, CEO de Continental Resources, destacó en una entrevista el pasado 2 de marzo que “el 85% de los pozos en Estados Unidos no han sido completados en este momento”. Troy Cook, analista de la Agencia de Información Energética estadounidense explica a Bloomberg: “Efectivamente, la misma roca es el recipiente de almacenamiento. Si puedes permitirte esperar, sin duda elegirás hacerlo hasta que el precio se recupere”.
Mike Witter, director de investigación sobre el mercado del petróleo de Société Générale en Nueva York destaca que “esta es una de las razones por las que la sobreproducción va a ser un proceso que se extenderá en el tiempo. Cuanto mayor sea el fracklog, más ralentizará el rebote de los precios del crudo. La producción va a incrementarse rápidamente, y arrastrará con ella la recuperación”.
Fuente: El Economista