La mayor parte del transporte petrolero mundial se realiza por vía marítima, y del total, buena parte cruza a través de puntos denominados como “cuellos de botella”. Para la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA), los cuellos de botella son canales estrechos ampliamente utilizados en las rutas marítimas mundiales, en los que incluso se llega a restringir el tipo de embarcaciones que pueden transitar.
Llevado a cifras correspondientes a 2013, del volumen total de producción de petróleo e hidrocarburos, estimada en 90,1 millones de barriles por día, alrededor del 63%, el equivalente a 56,5 millones de barriles fueron transportados por mar. De acuerdo con información manejada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), ese mismo año los buques petroleros representaron 30% de la flota mundial por tonelaje.
Para garantizar la estabilidad del mercado energético, es necesario contar con fuentes de transporte confiables. Es por ello que cualquier incidente que afecte a uno de los cuellos de botella geográficos, como el estrecho de Ormuz en Medio Oriente o el de Malaca en Asia, tiene incidencia directa en el comportamiento de los precios del crudo.
El estrecho de Ormuz, es el más importante cuello de botella de petróleo del mundo, debido a su flujo de 17 millones de barriles por día en 2013. Los flujos a través del Estrecho de Ormuz en 2013 eran el 30% de todo el petróleo transportado por mar. En su punto más estrecho, el Estrecho de Ormuz es de 21 millas de ancho, pero el ancho de la ruta de navegación en cualquier dirección está a sólo dos millas de ancho, separados por una zona de amortiguación de dos millas. La EIA estima que más del 85% del crudo que se movía a través de este cuello de botella fue a los mercados asiáticos.
Veamos en la siguiente imagen el volúmen de tránsito diario petrolero a través de los principales cuellos de botella:
Entre otros factores, estos puntos pueden verse afectados por accidentes, conflictos bélicos, derrames petroleros o tensiones geopolíticas. Las interrupciones de estas rutas podrían afectar a los precios del petróleo y añadir miles de kilómetros de tránsito en rutas alternativas.
Por volumen de tránsito de petróleo, el Estrecho de Ormuz, que sale del Golfo Pérsico y el Estrecho de Malaca, que une los océanos Índico y Pacífico, antes mencionados, son los más importantes cuellos de botella estratégicos en todo el mundo.
El estrecho de Ormuz, situado entre Omán e Irán, conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y el Mar Arábigo.
Los flujos a través del Estrecho de Malaca en 2013 eran el 27% de todo el petróleo transportado por mar, equivalentes a un flujo de 15,2 millones de barriles por día. El estrecho de Malaca, situado entre Indonesia, Malasia y Singapur, une el océano Índico al Mar de China del Sur y el Océano Pacífico. El estrecho de Malaca es la ruta marítima más corta entre los proveedores del Golfo Pérsico y los mercados asiáticos en particular China, Japón, Corea del Sur y la Cuenca del Pacífico.
La EIA analiza actualmente el papel del cabo de Buena Esperanza, al sur de África, que no es un cuello de botella, pero es una importante ruta comercial y potencial ruta alternativa a ciertos cuellos de botella.
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