Hace apenas unos años las evidencias del éxito de Pacific Rubiales estaban por todos lados: la petrolera se daba el lujo de llevar el golf de la PGA a Colombia, patrocinaba a la selección local de fútbol y, sobre todo, hacía muchos millonarios.
Y, junto a la estatal Ecopetrol, ninguna otra empresa del sector personificaba el buen momento de la industria petrolera colombiana tan bien como esta compañía registrada en Canadá, pero llena de experiencia venezolana.
De la mano de antiguos ejecutivos de PDVSA, familiarizados con la extracción de crudo pesado, la compañía supo sacarle el máximo provecho a su concesión para explotar Campo Rubiales –la mayor área petrolera del país– para convertirse en una de las petroleras independientes más dinámicas del continente.
Y así, pocos años después de su fundación, en enero de 2008, su capitalización de mercado ya superaba los US$8.000 millones, confirmándola como uno de los principales motores de la “locomotora minero-energética” colombiana.
Hoy por hoy, sin embargo, la situación del sector ya no es tan prometedora como antes.
Y en Colombia nadie parece sufrirlo tanto como Pacific Rubiales, que en enero vio caer el precio de sus acciones en casi un 92% en comparación con 2011, cuando éstas registraron su precio más alto.
“Sentimos que el mercado sobre-reaccionó a la caída de los precios del petróleo, y no solamente lo hizo con nosotros”, le dijo sin embargo a BBC Mundo Peter Volk, vicepresidente de comunicaciones de Pacific Rubiales.
“Seguimos creyendo que tenemos un negocio solido y una estrategia de negocios sólida y que el mercado eventualmente va a comprenderlo”.
“Combinación difícil”
Por lo pronto la cotización de la empresa en la bolsa de valores de Toronto ya experimentó una leve mejoría, pasando de los 2,90 d’olares canadienses (US$2,34) a los que cayó a fines de enero, a los CAD4,45 (US$3,59) con los que cerró este martes.
Pero la cifra está muy lejos de los CAD34,56 (US$27,90) a los que se llegó a cotizar el 1 de enero de 2011.
La experiencia de numerosos exempleados de PDVSA que abandonaron la Venezuela de Hugo Chávez fue clave para el despegue de Pacific Rubiales.
Y el hecho de que la actual tasa de retorno anual de Pacific Rubiales sea de -71,61%, mientras que la de la también colombiana Ecopetrol nada más haya caído a -35%, parece sugerir que no es sólo la caída de los precios del petróleo la que la está afectando.
“La compañía tiene más de US$4.000 millones de deuda y su capitalización de mercado es de poco más de US$1.000 millones. Es decir que no está en una situación financiera especialmente fuerte”, le hizo notar a BBC Mundo Nathan Piper, analista de la firma de inversiones RBC Capital Markets.
“Y otro tema clave es que su principal activo de producción, Campo Rubiales, está supuesto a regresar a manos del gobierno colombiano en 2016 y todavía no tienen en su portafolio activos para remplazar esa producción”.
“Entonces tenemos una deuda creciente, una producción decreciente y bajos precios para el petróleo. Creemos que esa es una combinación difícil para la compañía”, explicó Piper.
Un asunto de precios
Para Volk, sin embargo, el riesgo planteado por la deuda de Pacific Rubiales ha sido mal interpretado por el mercado.
“Hay gente que piensa que estamos en riesgo de impago de la deuda, pero ese no es el caso, de ninguna manera. Estamos en posición de pagar fácilmente todos nuestros intereses”, le dijo a BBC Mundo.
“Y lo que entendemos es que Ecopetrol todavía está evaluando nuestra solicitud (de renovar la concesión de Campo Rubiales), pero confiamos en que al final van a reconocer que somos los mejores socios y operadores para ese campo”, agregó Volk, quien sin embargo destacó que la operación de la empresa en Colombia no se limita a esa área.
La incertidumbre sobre el futuro de Campo Rubiales, que podría regresar a manos de la estatal Ecopetrol, también ha afectado a la empresa.
No obstante, los altos costos de explotación del crudo en Colombia parecen atar las perspectivas de la empresa muy estrechamente con el precio del petróleo en los mercados internacionales.
Y si estos tardan en recuperarse, la situación de Pacific Rubiales podría continuar complicándose, lo que podría suponer un problema no sólo para la empresa y sus accionistas sino para todos los colombianos.
Efectivamente, desde hace ya varios años el petróleo aporta más de la mitad del valor de todas las exportaciones colombianas y también es la principal fuente de recursos del Estado.
Y ninguna otra empresa parece estar más calificada que la agresiva Pacific Rubiales para hacer de “canario en la mina”, alertando de la posible falta de oxígeno para la una vez imparable locomotora petrolera colombiana.
O, en su defecto, para recompensar a los que se atrevan a seguir apostando por ella, a la espera del regreso de mejores tiempos, como aquellos es que parecía una máquina de producir millonarios.
BBC Mundo