Las bolsas de Asia caían el jueves debido a unas pérdidas en Wall Street impulsadas por el sector tecnológico, mientras que las tensiones en aumento en Oriente Medio ofrecían un viento a favor a los precios del petróleo y al yen.
El apetito por el riesgo sufrió un golpe por la noticia de que Arabia Saudita y sus aliados del Golfo Pérsico lanzaron ataques aéreos en Yemen contra los combatientes Houthi que han fortalecido su control sobre la ciudad meridional de Adén.
La amenaza potencial para los suministros energéticos del Golfo Pérsico fue suficiente para hacer que los futuros del petróleo en Estados Unidos saltaran un 1,81 dólares, a 51,02 dólares el barril.
Por su parte, el crudo Brent de Londres subía 1,56 dólares, a 58,04 dólares el barril.
El dólar se desplomó a un mínimo en un mes contra la moneda japonesa de 118,94 yenes, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años caían a un 1,91 por ciento.
El índice MSCI de acciones asiáticas fuera de Japón bajaba un 0,6 por ciento.
El principal índice de Australia bajó un 1,4 por ciento. En Japón, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio cayó un 1,4 por ciento a 19.471,12 puntos, su mayor retroceso en 10 semanas.
Los mercados chinos, como tantas otras veces, siguieron su propio camino y el índice compuesto de Shanghái subió un 0,2 por ciento.
En Wall Street, un debilitamiento de las acciones tecnológicas hizo que el Nasdaq restara un 2,37 por ciento el miércoles, su mayor caída en casi un año. El promedio industrial Dow Jones cayó un 1,62 por ciento y el S&P 500 perdió un 1,46 por ciento.
La confianza también fue debilitada por unos datos que mostraron que el gasto en bienes duraderos de Estados Unidos cedió por sexto mes consecutivo en febrero, nueva evidencia de que el crecimiento económico se desaceleró fuertemente a principios de año, en parte debido al mal tiempo.
Este fue sólo el último de una racha de indicadores débiles de Estados Unidos, una diferencia con Europa, donde las noticias han sido cada vez mejores.
En los mercados de divisas, el dólar continuaba a la deriva después de las fuertes oscilaciones de la semana pasada.
El índice dólar, que sigue el desempeño del billete verde frente a seis divisas importantes, cedía un 0,3 por ciento a 96,695, justo por encima de un mínimo en tres semanas de 96,387 que anotó el martes. A principios de este mes, el índice dólar escaló a un máximo en 12 años de 100,390.
El euro cotizaba a 1,0989 dólares, lejos de un mínimo en 12 años de 1,0457 unidades que alcanzó hace dos semanas.
“Si bien es muy tentativo, la reciente estabilidad en el euro podría sugerir que al menos se ha alcanzado un equilibrio a corto plazo”, dijo el estratega de CitiFX G10 Josh O’Byrne.
La ruptura de la tendencia alcista del dólar ha sido un alivio para algunas materias primas y el oro al contado tocó un máximo en tres semanas en torno a 2.000 dólares la onza.
Reuters