Leon Thomsen, director de Delta Geophysics. Director de la consultora Delta Geophysics, Leon Thomsen cuenta con más de 28 años de experiencia en geofísica de exploración en compañías como BP o Amoco. Además, compagina sus labores de consultoría con la formación académica, impartiendo clases en la Universidad de Houston. Thomsen es autor, entre otros libros, de Understanding seismic anisotropy in exploration and exploitation (Entendiendo la anisotropía en exploración y explotación)
Bien, obviamente la estrategia debe incluir reducir los costes. Pero, esto no significa lo que podrían creer.
Vamos a recordar cómo hemos llegado a la situación actual. Hace solo ocho años, estábamos preocupados por el hecho de que nos quedábamos sin combustibles fósiles; ahora tenemos demasiados. Lo que sucedió no fue un descenso de demanda; fue un aumento de la oferta: el descubrimiento de enormes cantidades de petróleo (y gas) que pueden extraerse de muchos depósitos de esquistos, mediante el uso agresivo de la técnica de fractura hidráulica. Estas técnicas se descubrieron y aplicaron primero en los Estados Unidos y desde entonces se han ido extendiendo por todo el mundo. Han llevado a un gran aumento de la producción (de ahí el exceso de oferta global) pero no a grandes ganancias, incluso a $100/Barril de Brent (y en muchos casos pérdidas, al precio actual).
A medida que aumenta la oferta, el precio disminuye, siguiendo una regla económica bien conocida. Esto ha creado una enorme presión financiera en todos los productores, en especial en los productores con altos costes en los nuevos yacimientos de esquistos. Así que, estos productores “no convencionales” tendrán que cesar sus operaciones en primer lugar, reduciendo así la oferta y aumentando el precio (rescatando así a los productores más eficientes de petróleo convencional), a menos que encuentren una manera mejor de realizar sus operaciones.
La clave de la estrategia aquí propuesta es darse cuenta de que la mayoría de las operaciones de campo no convencionales son muy ineficientes. Las cifras concretas son difíciles de obtener, pero una cifra comúnmente citada es que el 80% de la producción procede del 20% de los pozos (o el 20% de las fracturas hidráulicas). Si perforásemos (o fracturáramos) solo ese 20%, obtendríamos la mayor parte de la producción, a la vez que evitaríamos la mayor parte de los costes. Alguna otra persona se convertiría en un productor de costes elevados, y se convertiría en una víctima económica.
Así que, esto hace que surja la pregunta, “¿Cómo sabemos cuál es el 20% de los prospectos a perforar (o a fracturar)?” La estrategia que conduce al éxito no es hacer “menos de lo mismo” realizando operaciones de la misma manera que en la actualidad, pero con menos gente. La estrategia que conduce al éxito es encontrar una manera mejor de realizar nuestras operaciones de campo:
Deberíamos realmente explorar cuáles son los mejores lugares para perforar (y fracturar), encontrando los mejores puntos antes de taladrar, o fracturar hidráulicamente.
Los operadores convencionales se quedarán sorprendidos por la simplicidad de esta receta. Después de todo, llevan explorando los mejores lugares para perforar durante 80 años. Ningún operador convencional en la actualidad consideraría la posibilidad de perforar un yacimiento sin ninguna exploración, y las técnicas para la exploración se han convertido en técnicas altamente sofisticadas. En particular, las técnicas sísmicas para adquirir, procesar y captar imágenes de datos sísmicos para informar a los que toman las decisiones de gestión de dónde perforar, han provocado tasas de éxito enormes para nuevos pozos mayor a 75%, para las empresas más competentes.
Pero, sorprendentemente, la mayoría de los operadores no convencionales no exploran los mejores lugares donde perforar (y fracturar); simplemente perforan en una cuadrícula (en un patrón definido) y fracturan de forma agresiva. Se trata de una estrategia llevada por una mentalidad de producción en masa en lugar de una mentalidad de exploración. Esto no es sostenible, incluso a $100/Barril de Brent, y ciertamente no con los precios actuales.
Sin embargo, las técnicas de exploración de los puntos ideales de la producción no convencional no son las mismas que se han desarrollado con tanto éxito en los reservorios convencionales. En primer lugar, los yacimientos convencionales que se han descubierto en la actualidad estaban ocultos por la complejidad estructural de las sobrecapas, y se revelan mediante imágenes sísmicas avanzadas. Pero, los yacimientos no convencionales normalmente se encuentran en enclaves estructuralmente simples, y captar imágenes de los mismos no es difícil. En su lugar, requieren una caracterización física del subsuelo avanzada (usando los datos sísmicos, además de física de la roca) para calcular la saturación de hidrocarburos, porosidad, capacidad para fracturar, ubicación de la fractura, densidad, orientación, etc.
Además, la mayoría de estas rocas de yacimientos no convencionales son sísmicamente anisotrópicas (lo que indica que la velocidad del sonido varía con la dirección, tanto verticalmente como acimutalmente). Por ello, se debe incluir en el análisis este hecho; la física de las rocas isotrópicas es inútil para resolver este problema. Siempre que se escuchan los términos “velocidad” o “módulo de Young” o “ratio de Poisson” sin un modificador direccional (por ejemplo, “velocidad vertical”), el interlocutor está pensando de forma isotrópica, y es así desde los años 70; es probable que esta manera de pensar no sea de ayuda alguna en el contexto actual.
En este punto, deberíamos admitir que nuestra comunidad no tiene conocimientos suficientes de física de rocas anisotrópicas para crear un programa racional de exploraciones de puntos ideales de perforación de hidrocarburos no convencional. Pero expertos de ciertas universidades y empresas técnicamente competentes están trabajando mucho para resolver este problema; podemos esperar que los lineamientos de una solución exitosa a este problema, comiencen a emerger en los meses venideros, salvo que estas investigaciones se restrinjan de forma obtusa por parte de unas gerencias que no entiendan la oportunidad de resolver éste problema.
Si usted es un directivo o ejecutivo de un operador no convencional, debe:
- Trabajar dentro de su organización para encontrar maneras de explorar y localizar los puntos ideales a perforar o
- Alinear a su organización con uno o más de los grupos que están desarrollando estos métodos,
- Y por supuesto eliminar otras ineficiencias en sus operaciones de perforación y de fractura hidráulica.