El megaescándalo de corrupción en torno a Petrobras puede salirle muy caro al PIB brasileño. Más concretamente, la economía podría perder el equivalente al PIB de las Islas Baleares, unos 25.000 millones de euros, según un estudio elaborado por un grupo de expertos de la Fundación Getulio Vargas y el Centro de Estudios de Derecho Económico y Social (CEDES) publicado por el diario local ‘Estado de Sao Paulo’.
La petrolera estimó que reduciría en unos 10.000 millones de euros sus inversiones este 2015 y la reacción en cadena de empresas subcontratadas genera en este batacazo de cerca del 1% del PIB, que es de algo más de 2 billones de euros según datos del Banco Mundial a finales de 2013 (el PIB de 2014 aún no se ha publicado).
Los despidos costarán a la economía del país unos 4.000 millones de euros, con efectos negativos sobre el consumo. Hasta el momento, se estima que en la construcción civil se han perdido 250.000 empleos desde el inicio de la crisis de la corrupción, mientras que Petrobras ha despedido directamente a por lo menos 37.000 trabajadores.
Los cofres del Estado, tanto a nivel federal como regional, pueden recaudar 1.600 millones de euros.
La petrolera estatal formó un cartel junto a empresas de construcción y amañó las subcontratas repartiendo comisiones ilegales -desviando un total de entre 3.000 y 6.000 millones de euros- entre altos directivos de la propia Petrobras, ejecutivos de las constructoras y altos cargos políticos. Entre los sospechosos, se encuentran ex ministros y 47 actuales parlamentares, que están siendo invesitgados por el Tribunal Supremo brasileño.
Si la caída en Bolsa de la petrolera en los últimos meses era el mayor impacto económico conocido, con un descenso cercano al 30% en BOVESPA, los estudios empiezan a mostrar el impacto real en la economía nacional. En los últimos informes del Banco Central, se avisa de una recesión del 0,5% de la economía que ya se da por segura entre los expertos y de la que Petrobras tendría parte de culpa.
“Las inversiones extranjeras previas a los Juegos Olímpicos en principio no serán relevantes para las cifras macroeconómicas”, advierte al diario EL MUNDO Jõao Luiz Mascolo, profesor de Economía en el instituto Insper. “Nos encontramos ante el peor escenario: crecimiento bajo e inflación alta”, añade Mascolo, que cree que la situación económica sólo se puede revertir de cara a 2016 y, bajo su ortodoxa perspectiva, el camino podrían ser los ajustes fiscales (aumento de impuestos y reducción del gasto) propuestos por el nuevo y liberal ministro de Hacienda de Rousseff, Joaquim Levy. “A principios del último trimestre podríamos empezar a ver ciertas mejoras, aunque el consumo tenderá a disminuir los inversores extranjeros recuperarán confianza y podremos llegar al año que viene con perspectivas de crecimiento”, concluye.
Fuente: El Mundo