El acuerdo marco sobre el programa nuclear iraní, que anuncia el levantamiento de las sanciones contra el país, es una oportunidad para las compañías petroleras extranjeras, pero no antes de varios meses o incluso años, y bajo ciertas condiciones.
El acuerdo “podría suponer una primera etapa hacia un retorno de las compañías occidentales” a Irán, según un analista del sector.
La sanciones decretadas contra Irán por Estados Unidos, desde 1979, y a partir de 2006 por la ONU y la Unión Europea, provocaron una salida progresiva de las ‘majors’ petroleras. La francesa Total fue la última en dejar el país, en 2008. Sólo quedan presentes en Irán algunas compañías chinas e indias.
La perspectiva de un levantamiento de estas sanciones tiene un gran potencial.
Irán sigue siendo el quinto mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), pese a las sanciones, con una producción de 2,81 millones de barriles diarios (mbd) en promedio en 2014 (frente a 4 mbd en 2008), y exportaciones de 1,1 mbd.
En lo que respecta al gas, el país tiene las segundas reservas mundiales, después de Rusia, gracias especialmente a su yacimiento de South Pars.
“Irán es un país de considerable potencial petrolero y gasífero. Pocos países tienen ambos a la vez”, asegura Francis Perrin, presidente del grupo de revistas especializadas Estrategias y Políticas Energéticas (SPE).
Aunque si hay un regreso de las petroleras occidentales, no será antes de por lo menos varios meses, advierte Pierre Terzian, director de la revista “Pétrostratégies”.
“El levantamiento de las sanciones no se producirá antes de junio, porque el acuerdo es un acuerdo político de grandes principios. Habrá que trabajar los detalles técnicos y llegar a un acuerdo definitivo” de aquí al 30 de junio, asegura.
Además, como lo recordó este viernes el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, no hay aún acuerdo sobre el calendario del levantamiento de las sanciones económicas. Teherán quería durante las negociaciones un levantamiento inmediato.
Una vez levantadas las sanciones, Irán podría ante todo colocar en el mercado las reservas de petróleo que ha acumulado. Luego podría, “antes de fin de año, recuperar niveles (de producción) significativos”, opina Guy Maisonnier, economista del centro de investigación IFP Energies Nouvelles, aludiendo a los 3,4 a 3,6 mbd que producía el país en 2012.
Ello dependerá del estado de las instalaciones de extracción y refinado iraníes, ya que el país ha prescindido durante varios años de las tecnologías de las compañías occidentales y del acceso a material de recambio.
– Occidentales más exigentes –
Irán ya ha demostrado su deseo de que regresen las compañías. Así, en el Foro Económico de Davos en 2014 el presidente Hasan Rohani llamó a los occidentales a retornar a Irán para invertir en el sector energético.
Todo dependerá de las condiciones que se les ofrezca. “Para que las compañías vuelvan a Irán, los aspectos fiscales de los contratos deben ser interesantes, y tal no era el caso antes de las sanciones. El sistema iraní de contratos denominado +buy-back+ era demasiado arriesgado para las compañías internacionales”, opina Bertrand Hodée, analista de la empresa de corretaje Raymond James.
La mayoría de los contratos petroleros en el mundo son concesiones o contratos de reparto de producción.
Irán, sin embargo, apuesta por esos contratos ‘”buy-back’, o contratos de servicio de duración limitada, en los que las compañías son remuneradas por las inversiones que realizan en las instalaciones, y la producción acaba en manos de la compañía nacional petrolera, NIOC.
“Irán es consciente de ello (…) y trabaja desde hace algún tiempo en un nuevo modelo de contrato petrolero, el Iran Petroleum Contract (IPC)”, que debería ser más favorable para los grupos extranjeros, opina Perrin.
En efecto, Irán “quiere trabajar con los mejores” grupos petroleros, añade.
AFP