El contexto de precios bajos en las cotizaciones del sector provoca que para muchas petroleras sea más rentable comprar a sus rivales que invertir en exploración y producción
Ni los analistas más pesimistas esperaban en julio de 2014 que el precio del petróleo viviría unos meses tan negros como los que le ha tocado vivir: en diez meses, una caída del 50 por ciento. Un año que quedará escrito en la historia del petróleo. En su descenso, el petróleo se llevó por delante un 37,5 por ciento de la capitalización de las petroleras cotizadas que recoge el selectivo S&P Oil & Gas, situación que ha dejado a algunas compañías, con activos, reservas o el famoso know how en una posición atractiva para ser objeto de una opa por parte de otras empresas mayores.
El disparo de Shell de esta semana para comprar BG Group por 64.000 millones de euros ha sido solo el más grande de una lista mayor. El jueves se produjo otro movimiento corporativo de cierta entidad: Apache vendió sus activos en Australia a Macquaire y Brookfield por más de 2.000 millones de dólares. Aunque los dos primeros disparos fueron los de Repsol, para comprar Talisman, y de Halliburton, para adquirir Baker Hughes (esta operación está pendiente de aprobación por una posible monopolización del mercado del gas). Los expertos creen que las hostilidades no han hecho más que empezar. Ante el estruendo de los disparos de opa, muchas petroleras empezarán a pensar en defenderse con un buen ataque: comprar a otras y así protegerse de los disparos.
Pero esta estrategia no es sólo defensiva, sino también táctica, dados los precios en los que cotiza actualmente el sector. Para muchas empresas resulta más beneficioso comprar negocios ya consolidados que invertir en exploración y extracción. “Muchas compañías cotizan en bolsa por debajo del precio de exploración, por lo que resulta mejor comprarlas que realizar toda la inversión”, explica Óscar del Diego, jefe de inversiones de Ibercaja Gestión, “el mercado está haciendo suelo y, para el que pueda permitírselo, una opa es una buena oportunidad”.
“Cada vez que se produce una caída especialmente drástica en el petróleo, las empresas se ven animadas a consolidar su situación”, explica Rodrigo Villamizar, profesor del programa de Inversión en Energías Alternativas del IEB. En su opinión, “estos movimientos indican una segunda derivada: que las petroleras empiezan a vislumbrar una subida del precio del crudo en el corto plazo, sólo así se explica una operación como la de Shell”. “Pensamos que puede ser un momento favorable para compras en el sector, teniendo en cuenta las diferencias del tamaño bursátil de las compañías, de su posición financiera y la generación de beneficios que podrían conseguir”, explica Pedro Sastre, director de Estrategia de Banca March.
En el punto de mira
Para un inversor, acertar con una empresa que sea objeto de una opa es sinónimo de pingües beneficios, sin embargo, la mayor parte de las apuestas son un juego de azar, más que una ciencia exacta. En cualquier caso, los expertos centran su mirada en compañías de tamaño medio con una posición financiera delicada y con volumen de reservas de petróleo o gas. Este es el perfil de compañías que podrían ser víctimas de un disparo de opa.
En el mercado hay un buen puñado de petroleras en esta situación. Algunas de las que llaman la atención del consenso de mercado recogido por FactSet y que tienen un endeudamiento que supera en más de tres veces su beneficio bruto (ebitda) son Oil Search Limited, Inter Pipeline, Grupa Lotos y Exterran Holdings. Cuatro firmas de diferentes mercados y sectores; para todos los gustos.
Oil Search destaca por ser la que tiene mayor capitalización (próxima a los 9.000 millones de dólares) y por enfocarse en una de las regiones con más potencial en la producción de gas natural: Oceanía. Aunque cotiza en Australia, se trata de la mayor extractora de Papúa Nueva Guinea, con más de 86 años en el país. Su compra supondría, para cualquier gran empresa, entrar en un nuevo mercado, además haciéndose con una petrolera que tiene una de las mejores recomendaciones de compra del sector.
Inter Pipeline también se presenta como un objetivo jugoso. La compañía canadiense tiene varios fuertes, desde sus reservas de gas en el país hasta la producción de arenas para la industria del fracking, “que son fundamentales para esta industria”, explica Villamizar. Junto a Canadá, EEUU se presenta como otro de los mercados más atractivos, después de la explosión del fracking, y más podrían serlo si las autoridades estadounidenses levantan la prohibición de exportar recursos energéticos. Exterrean Holdings es una compañía de baja capitalización, poco más de 2.300 millones de dólares, pero que tiene proyectos de extracción de gas y petróleo en EEUU, por lo que puede ser muy atractiva para compañías que quieran crecer en el país. Actualmente cotiza en 1,3 veces su valor contable, un nivel muy atractivo, y los expertos establecen un consejo de compra a sus acciones.
La polaca Grupa Lotos es una petrolera vertical cuyo principal negocio es el refino. La compañía está todavía en manos del Estado, que mantiene un 53,19 por ciento de su capital, pero en los últimos años se han producido movimientos y rumores de una posible privatización. Su gran atractivo es el nivel en el que cotiza, por debajo de su valor en libros.
Tampoco hay que perder de vista a Tullow Oil. La empresa ha caído casi un 65 por ciento desde sus máximos de junio del año pasado, y según Goldman Sachs aparece como una de las empresas europeas con más posibilidad de ser comprada durante los próximos meses, incluyendo en esta lista firmas de todos los sectores. La deuda de esta compañía recibe la calificación de B1 de Moody’s, lo que refleja la difícil posición financiera que maneja en este momento.
También hay compañías que ofrecen servicios al sector petrolífero y que pueden ser un complemento perfecto para que las empresas establecidas puedan ampliar su negocio. Destaca APA Group, una compañía de ingeniería de gas de Australia, que es, junto a EEUU, el país con más potencial en este mercado. También están en una situación atractiva las dos mayores empresas de refino de Grecia, Hellenic Petroleum y Motor Oil. Después del castigo que han hecho los mercados al país, cotizan con descuento respecto a su valor en libros, en concreto, en 0,6 y 1,4 veces respectivamente.
El perfil del ‘pistolero’
No habría víctimas de opa sin pistoleros. El perfil de petroleras que pueden lanzarse al mercado son empresas de una capitalización elevada y con un perfil financiero sólido. Una vez que Shell ha salido de esta quiniela, entre las seis grandes es Total la compañía que tiene más opciones de ser la siguiente. La petrolera francesa “va a tener que buscar alternativas a su inversión en Rusia, y con el mercado brasileño ya saturado con la operación de Shell, podría buscar alguna operación corporativa en Estados Unidos”, explica Villamizar. La compañía tiene una posición financiera muy sólida, con una deuda neta inferior a su beneficio bruto a cierre de 2014, pero con un beneficio estancado: solo crecerá un 7 por ciento hasta 2017. En definitiva, un pistolero de los que tienen pólvora y plomo en el tambor.
En EEUU llama la atención National Oilwell Varco. La compañía mantiene una capitalización que ronda los 22.000 millones de dólares en este momento, un tamaño que la sitúa en el primer cuartil de la industria por su tamaño. Sin embargo, la principal fortaleza con la que cuenta la empresa es su sólida situación de tesorería: según las estimaciones que lanza el consenso de mercado encuestado por FactSet, se trata de la empresa del sector que cerrará el año con más dinero en sus arcas, acumulando más de 2.200 millones de dólares.
Sin embargo, si se cumplen las previsiones de los expertos, la empresa encontrará un lastre en la evolución de sus ingresos durante los próximos años: tras cerrar este ejercicio con más de 3.000 millones de dólares, hasta 2018 no conseguirá superar esta cifra. Eso sí, quizá decida tratar de evitar esta situación haciendo buen uso de su caja, lanzándose a comprar alguna compañía para tratar de mejorar el avance de sus ingresos durante los próximos años.
Tras National Oilwell, Dragon Oil -con sede en Dubai y listada en la bolsa irlandesa-, es la firma que terminará el año con más tesorería, consiguiendo acumular más de 2.000 millones en este sentido. Los sólidos márgenes de beneficio que se estiman para la multinacional son unos de los más elevados de toda la industria, ya que, según los expertos, en 2015 ingresará casi 34 dólares en beneficio por cada 100 que ingrese.
Dragon Oil aparece en la lista de Goldman Sachs de las empresas europeas con más posibilidades de ser protagonistas de próximas fusiones. Hay que tener en cuenta que la multinacional ha conseguido capear con éxito el temporal generado por los descensos del crudo, ya que en este momento se mantiene en máximos históricos en los 8,7 euros por acción.
Para el inversor que quiera aprovechar el baile corporativo en el sector, puede jugar a la quiniela apostando por algunas compañías, o invertir en el sector con fondos. Entre los de energía global comercializados en España para el minorista y con mejor rating de Morningstar se encuentran el Ibercaja Petroquímico B, MFS Merician Global Energy, Eurizon EasyFund y Mediolanum Ch Energy Equity.
Fuente: elEconomista.es