Por los subsidio a la gasolina y al dólar, con el mantenimiento de controles cambiarios, y por la congelación de las tasas de interés, Venezuela ha pasado de ser un Estado rico, a uno pobre, según refiere el análisis hecho durante el foro “De cómo un Estado rico nos llevó a la pobreza”, organizado por Cedice.
Para el especialista en economía institucional, Carlos Goedder, cualquier política pública que se quiera ejecutar en Venezuela, tiene que atender el tema de la pobreza y la condición de Venezuela como economía petrolera. Aseguró que los subsidios son un segundo método de solución a la pobreza, por lo cual recomienda implantar en el país lo que en otros estados se ha llamado subsidio condicionado, en vez de las políticas sociales o Misiones Sociales que ha desarrollado el Gobierno nacional en los últimos años.
“Todo subsidio causa ineficiencia y genera conductas de arbitrajes, de interés, y así es como un estado rico nos ha llevado a la pobreza”, aseguró, a la vez que puso como ejemplo a Perú, Brasil, Colombia y otros países de América latina, donde en los últimos años se han implementado subsidios condicionados que han logrado atender al 25% de la población en condición de pobreza.
“Estamos hablando de 18 países, 25% de la población y 120 millones de dólares. Es dinero que se entrega directamente a las familias, en promedio $15 o más por hijo, con la condición de que la madre vaya a control prenatal ponga al hijo en la escuela y lo lleve a control pediátrico”, explicó.
Distribuir riqueza
Con la implementación de este tipo de subsidios se favorece la bancarización, porque las personas comienzan a manejar directamente el dinero otorgado, según indicó el experto, mientras que el Gobierno rinde cuentas sobre cuánto dinero entró al fondo para los subsidios, y cuánto es entregado a las familias.
Goedder manifestó que existe una visión errada de que los pobres no son capaces de administrar correctamente los recursos que se les otorga, debido a que en Venezuela no está claro el concepto de la libertad que queremos. “El problema es cómo hemos adoptamos el modelo rentista y cómo transferimos al Gobierno la potestad de distribuir esa riqueza”, apuntó.
Otro de los ejemplos que planteó el economista es uno existente en Alaska, donde hay un fondo que se financia con ingresos petroleros que genera la región. A través de ese mecanismo la mitad de la regalía petrolera se transfiere a la población directamente a través de una cuenta corriente.
Por su parte la directora de Cedice, la socióloga Isabel Pereira, compartió la opinión de Goedder, y aseguró que en los sectores populares la población sabe que el modelo de subsidios otorgado hasta ahora “no resuelve el problema de la pobreza”.
Pereira resaltó que de acuerdo a investigaciones de campo realizadas por el Centro de Divulgación de Conocimiento Económico (Cedice), han determinado que la población “sabe que no puede depender únicamente de la capacidad de distribución de riqueza del Estado”, para poder salir de la pobreza.
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