Alemania: exploración de gas y petróleo de esquisto no se prohibirá, del todo

Este 1° de abril el Bundestag omitió prohibir expresa y totalmente, como esperaba la ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, las exploraciones de esquisto en la búsqueda de gas y petróleo. Los críticos temen que dicha tecnología contamine las aguas subterráneas y el subsuelo.

El gas de esquisto, o de lutita, es un hidrocarburo en estado gaseoso atrapado en las rocas sedimentarias. Este tipo de gas natural se extrae de zonas profundas en terrenos donde abunda el esquisto, las lutitas o las argilitas ricas en materia orgánica. El interior rocoso del esquisto es de baja permeabilidad, lo que impide su ascenso a la superficie. Por ende, para la extracción comercial de dicho gas, es necesario romper la roca hidráulicamente.

La exploración se logra inyectando a alta presión agua mezclada con químicos, lo que permite que los hidrocarburos atrapados en la formación fluyan hacia la superficie.

Restricción en zonas sensibles

La nueva ley prevé la restricción de exploraciones que afecten a fuentes de agua, reservas naturales y zonas de extracción de carbón. Así mismo, no se podrán romper rocas que contengan arroyos subterráneos de agua por encima de los 3.000 metros de profundidad.

Aún así, la producción comercial de gas obtenido a través de fracking no queda completamente descartada. En particular, la perforación para investigación científica seguirá siendo legal.

En el futuro, una comisión de expertos considerará las solicitudes de exploración de gas o petróleo de esquisto. “Pero el voto de dicha comisión no reemplazará las auditorías sobre el impacto ambiental”, aseguró la ministra de Medio Ambiente.

Resistencia en todas las fracciones

El proyecto de ley para regular las exploraciones de hidrocarburos a través del fracking, que pasó este 1° de abril el primer debate parlamentario, no tiene, empero, asegurado el éxito como ley. Tanto diputados del partido socialdemócrata (SPD) como del conservador (CDU) se oponen al proyecto. Según el cristiano-demócrata Andreas Mattfeld, vocero de quienes en el pleno rechazan la exploración de gas esquisto, anunció que el proyecto de ley “no pasará”.

¿Una puerta trasera para las empresas de energía?

También grupos ecologistas y partidos de la oposición rechazan el proyecto de ley por ser “demasiado permisivo”. Manifestantes se reunieron frente a la sede de la Cancillería alemana para expresar su rechazo al fracking y pedir “una prohibición total”. “Los riesgos de la exploración no convencional de gas de esquisto son incontrolables”, afirman, agregando que el gobierno de Merkel está cediendo al cabildeo de algunas compañías de energía, que quieren hacer dinero a costa de las personas y el medio ambiente”.

Por su parte, la ministra Barbara Hendricks responde que “en Alemania no se puede generalizar en la prohibición de una tecnología”. El próximo debate parlamentario del proyecto de ley demostrará si tiene o no razón.

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